
Decir que nos hemos enamorado de La Habana, de sus aires y de su gente, y que estamos deseosos de volver; no solo por la abrumadora sensación de que solo quedan unas horas para que sea lunes, sino también porque los tres días que pasamos por sus calles se nos han quedado cortos.
Quizás destacar el ambiente especial de la ciudad, que con sus coches americanos de los 50 y sus edificios Art Decó en ruinas te hace sentir un viajero de otra época.
También mención especial a todos los cubanos, que con su simpatía, su humildad, su respeto y ante todo su inquebrantable palabra nos ha marcado. Parece mentira que un país que respira tanta pobreza transmita a través de sus gentes tanta calma y alegría.



xulas hdr;)
ResponderEliminarArriba esas fotos de la habana señores...ritmo cubano a la fotografia..jajaja
ResponderEliminarUn abrazo. Vic