On The Way To: PRAGA

Que sirva este post a modo de cierre vacacional para Ink&Bourbon. No es que se vaya a notar mucho la diferencia con el estado en el que hemos tenido el blog últimamente, pero al menos servirá como excusa (al menos para mí, mi compañero Jorjas ha estado de sobra excusado con el temido Proyecto de Fin de Carrera) para no actualizar durante los próximos diez días.

La causa de nuestro abandono es nada más y nada menos que un viaje a Praga (¡capital de la República Checa, pequeños "incultidos"!) en el cual seis personas haremos lo posible por sobrevivir entre albergues de mala muerte, cervezas, carne, coronas checas y un inglés nivel usuario (ya sabéis, "I'm Muzzy, Big Muzzy") que probablemente sirva de poca ayuda para nuestro entendimiento con la sociedad checa...No quiero pintarlo muy bonito para no dar demasiada envidia al personal, pero es bastante probable que sean diez días...vaya...cómo decirlo...¡ah, sí!: ¡de puta madre!

Como ya hicimos a la vuelta de nuestra pequeña aventura en Cuba, trataremos de plasmar la experiencia de la mejor manera posible a través de fotos y anécdotas que se nos vayan ocurriendo. Así es que no os preocupéis, que pronto volveremos a la carga para amenizar esas largas tardes de verano que atormentan a tantos estudiantes de este país...

Para poner punto y final, me gustaría dejar un enlace al nuevo single de Backspacer, el último disco de Pearl Jam que, como ya apuntamos en su día, tiene prevista la salida a lo largo de otoño de éste año. Por lo que he podido escuchar, parece que no habrá ningún cambio y el disco seguirá con el mismo ritmo que ya escuchamos en su anterior trabajo del 2006. Personalmente me gustó más este tema que Got Some, presentado hace unas semanas en el show de Conan O'Brian, probablemente porque la calidad de este directo dejó bastante que desear. El caso es que sigo echando de menos algún aporte más de la guitarra de Mike McCready y, por supuesto, algún gruñido más a los que Vedder nos tenía acostumbrados en sus tiempos mozos.

En cualquier caso, ¡pasad buena semana Bourboneros! ¡Nos vemos pronto!

Luke Dixon

Hoy me gustaría cambiar de tercio y dejar la música de lado para presentaros la obra de un artista gráfico con ese estilo "moleskine" que tanto nos gusta por estos lares.

La pena es que no he encontrado ningún dato personal al margen de su nombre: Luke Dixon. Así que sólo puedo dejaros alguna de sus obras y los enlaces desde donde, por pura casualidad (algunos lo llaman aburrimiento), he podido averiguar algo más sobre este artista:

La lista de dibujos podría ser enorme, pero prefiero que descubráis el resto por vosotros mismos:

http://www.flickr.com/photos/lukedixonart/

Fuente:
http://www.loudreams.com/2009/07/15/luke-dixon-art/

Alice In Chains 2.0: El regreso

Qué curiosa es la mente humana, llevaba todo el día pensando en actualizar con un post musical, a propósito de varios temas que se me habían venido a la mente últimamente y resulta que ahora que decido,no sin esfuerzo, levantar mi grueso culo del sofá...se me olvida completamente el contenido que había preparado. ¿Suena a principio de alzheimer? Es posible, pero tengo un As en la manga para estos casos: tengo una laaaarga lista de temas relativamente interesantes en formato "bloc de notas" para estos casos de emergencia. Así que no se alarmen, a la espera de que mis neuronas vuelvan a conectar correctamente aquí os dejo una pequeña noticia.


Lo cierto es que no se trata de ninguna última hora y, posiblemente, todos los fans de Alice In Chains supiériais esto desde hace un par de semanas (tachadme de ingénuo por pensar que algún fan de este grupo lee nuestro blog). El caso es que, como si de un gran evento se tratara, los de Seattle colgaron una cuenta atrás para el estreno del nuevo videoclip a propósito del nuevo disco que llevan preparando estos dos últimos años

Por si hay alguien perdido en el tema, Alice In Chains fue uno de los grandes pilares del movimiento Grunge. Su estilo difícilmente podía compararse con el de sus compañeros de Seattle, usando unos ritmos mucho más oscuros que el del resto de bandas, quizá a excepción de Soundgarden que, sin llegar al extremo de AIC, sí que se caracterizaba por bajar un par de tonos a muchas de sus canciones.


El caso es que lograron alzarse como un referente en el género gracias a temas como Man In The Box (su gran éxito), Them Bones o Would entre muchas otras. Después de un largo periplo en el mundo musical que duró casi diez años (1987-1997), Layne Staley, el vocalista del grupo y uno de los alma máter del mismo, junto con el guitarrista y co-vocalista Jerry Cantrell, tuvo que despedirse del mundo del éspectaculo por una adicción a la heroína que lo había ido destruyendo lentamente. Así, el grupo como tal cayó en un letargo indefinido que sólo se vio roto por la muerte de Staley en 2002 por abuso de su particular Princesa de las nieves...


Después, en el 2005, el resto de miembros en activo dieron la gran noticia: Alice In Chains volvía a los escenarios con un nuevo cantante, William DuVall. Pero no fueron buenas nuevas para todo el mundo; como en la mayoría de estos casos, hubo quién recriminó a la banda el traicionar el espíritu de Layne al no haber cambiado el nombre del grupo y, en definitiva, haber pasado página hacia nuevos objetivos. Lo cierto es que se mascaba cierta tensión en el ambiente, pero la gira que realizaron en el 2006 sirvió para despejar dudas y para situar a DuVall como un digno sucesor para el grupo.


Ahora, en 2009, el nuevo videoclip demuestra que Alice In Chains no ha cambiado un ápice, así que, que nadie tema encontrarse con un remix funky de Angry Chair (por poner un ejemplo), porque la oscuridad sigue siendo el punto fuerte de estos supervivientes de Seattle. Aquí os dejo la prueba y la página web para que podáis ver el videoclip oficial (ojo, sólo apto para mayores de edad, ¡si aún os encontráis en plena efervescencia adolescente no se os tiene permitido verlo!). Espero que alguien lo disfrute...¡Saludos!

http://www.aliceinchains.com/

El mito de la leyenda

Las vacaciones son terribles, tienes tiempo para matar un burro a pellizcos pero los días pasan y te das cuenta de que cada uno ha sido más desaprovechado que el anterior. Mezcla de vagancia y calor a partes iguales, el cerebro tiende a resecarse más de lo normal y las ideas fluyen con demasiada parsimonia. El resultado final es bastante obvio, entre la comodidad del sofá y el asfixiante calor de mi portátil, el primero gana por goleada. A pesar de todo, hoy haré una excepción en mi lamentable rutina para soltar un par de líneas (que nadie se espere una gran obra de la literatura universal porque de donde no hay, no se puede sacar).



El caso es que hace un par de días estaba escuchando la radio en el coche y me encontré con un especial sobre Jim Morrison y Brian Jones, a propósito del aniversario de la muerte de ambos (hace 38 y 40 años respectivamente). Mientras sonaba una versión acortada de Light My Fire, me vino una reflexión a la cabeza relacionada con la reciente muerte de Michael Jackson y, en general, con las consecuencias que trae la defunción de una estrella de la música en su camino hacia el Olimpo de las leyendas inmortales. Nadie puede dudar a estas alturas de la película, de que este tipo de héroes modernos tienen más valor bajo tierra que sobre un escenario, cómo si su muerte sirviera para sellar el pasaporte hacia la fama absoluta.

Si alguien duda de mis palabras, sólo hay que echar un vistazo a la historia que ha rodeado a toda esta serie de estrellas martirizadas; Kurt Cobain, Janis Joplin, Hendrix, Morrison, Moon... la cantidad de mitos y leyendas a su alrededor es interminable y ,en muchos casos, la relación entre la huella que dejaron en el panorama musical y su estancia en el mismo, hace que la historia cobre aún más surrealismo. Decían en el homenaje a Morrison, que The Doors había logrado editar seis álbumes de estudio en tan sólo cuatro años de carrera, algo rotundamente impensable para el 99,9% de los grupos actuales. Y es que el legado que dejaron Manzarek y cía. fue infinitamente desproporcionado en comparación con el tiempo que se mantuvieron sobre los escenarios (temporalmente y no cualitativamente hablando, en ese aspecto no hay nada que discutirles). Después, todo se fue por la borda y Morrison terminó hundido en sus propias babas mientras reposaba en una bañera cualquiera de París. La pregunta que yo ahora planteo es ¿Si ahora Jim Morrison fuera un viejecito entrañable, disfrutando de la vida en una mansión cualquiera de Beverlly Hills...estaríamos hablando de aquellos Doors con el mismo respeto? Me imagino que no...


Está claro que no en todos los casos ocurre igual pero el resultado siempre termina siendo el mismo: Michael Jackson, a pesar de que nunca anunció su retirada total de los escenarios, ha recuperado un número de ventas que no veía desde Dangerous, hace más de quince años y para eso ha tenido que pagar el pequeño precio de huir a un mundo mejor...A partir de ese momento, sólo queda observar con los brazos cruzados cómo da comienzo el proceso de mitificación que ya siguieron tantos artistas antes que él, con la diferencia de que para algunos (véase toda mi generación) vaya a ser el primero que presenciemos en directo, sin contar, por supuesto, con que probablemente estemos ante la mayor leyenda musical del siglo XX (que es donde lamentable se quedó MJ).

Finalmente, sin intención de alargarme más, concluyo esta pequeña reflexión (después de todo, un poco sinsentido) sobre la fama y sus consecuencias más crudas, esperando, no sin cierta morbosidad, al siguiente artista que se unirá al firmamento de las tristes estrellas de los excesos.

Fallen Princesses

Hace algunos días que los blogs de fotografía se hacían eco del trabajo de Dina Goldstein, que hace una reflexión sobre las princesas de cuento en el mundo actual. El resultado, que no deja de ser curioso, está recogido en una serie fotográfica que merece, como mínimo, ser digno de mención. Os dejamos unas pocas aquí, aunque podéis ver el resto en la web de JPG Magazine:

http://www.jpgmag.com/stories/11918

Después de una imagen, no hay más palabras que decir. A mí más de una me dejó con la boca abierta.
¡Saludos bourboneros!

El dichoso 440

No sabía que fuera un misterio. Ni siquiera pensaba que pudiera llegar a serlo. Pero bien merece una breve mención por estos llares.

El tema salió en una conversación de amigos reunidos en torno a algunas jarras de cerveza hace algún tiempo. De hecho, dos amigos míos debatían el asunto. Se trata del último y ya quemado tema de Marta Sánchez con Carlos Baute, en el que el venezolano suelta una frase que no acaba de estar del todo clara para mucha gente:

"Te envío poemas de mi puño y letra,
Te envío canciones en 440."

Desde luego, cualquiera que se haya interesado en el asunto habrá encontrado la respuesta en escasos segundos gracias a Google. Aún así, me gustaría aprovechar el momento para aclarar esto para aquellos que, sin entender el significado, no se han preocupado por buscar una respuesta. De hecho, dudo mucho que esta información resulte relevante para el perfil de lector de I&B, pero alguien habrá que esté picado a estas alturas de post.

440 hz es la vibración considerada estándar para la nota La que hay justo por encima del Do central del piano, y se toma como referencia a la hora de afinar todos los instrumentos, clásicos o modernos. Es importante que todos los instrumentos de un conjunto o grupo tengan un La que vibre exactamente a 440 ciclos por segundo para que suenen afinados en conjunto. De hecho, la mayoría de los afinadores de guitarra actuales permiten variar esta cifra, y afinar por encima o por debajo de esa frecuencia, aunque no es lo normal hacerlo.


Así, Carlos Baute solo quería decir que envía canciones, y que se había molestado en afinar su guitarra antes,¿no? En cualquier caso espero que los radioperiodistas de este país den el misterio por resuelto y decidan cambiar ya de una vez, y por favor, el dichoso tema que tenemos hasta en la sopa. Después de todo, lo dicen en Ink&Bourbon.
¡¡Saludos!!


PD: La alusión más importante a la frecuencia sigue correspondiendo a la banda que acompañaba al genial Juan Luis Guerra, su 440. ¿Qué mejor que sus canciones para acompañar este trivial post?